Recuerdo aquella tarde de frío en el punto mágico de Hércules, y también recuerdo como si fuese ayer lo bien que me sentí tras ver los resultados; hubo muchísimas fotos maravillosas y aquí os muestro algunas.
Una sesión de embarazo es algo único, maravillo, irrepetible y un recuerdo que no se debe de olvidar en la vida; un momento tan importante que me encanta, y fotografiarlo aún más.
Por eso, agradezco muchísimo a Noelia y Ángel, por darme la oportunidad de fotografíar un momento como este; en el que José Ángel se comportó estupendamente.
Hoy hace más de un año que realizamos esta sesión, y aún me sigue encantando.
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